3.05.2009

La pena de muerte

Esta carta se la escribí a Marco Antonio Leija Moreno, quien fue juez penal, magistrado, elaboró los códigos penales de varios estados de la república, dictó más de 10 mil sentencias, de las cuales 11 fueron pena de muerte y el es el último juez que dictó pena de muerte y me dijo que le encanto en fin...

La pena de muerte.


Antes que nada quisiera mencionar que no somos y no soy quien para determinar sobre la existencia de la vida ajena ni de la propia vida.

La postura que presentaré con el escrito será en contra de la pena de muerte en los Estados Unidos Mexicanos.

Nacer y Morir, son los extremos de la vida misma, y tan pura y perfecta que de esta los hombres no pueden deliberar, el tema de la pena de muerte se vuelve un tema basto y muy delicado, existe tanto conflicto de pensamientos de aquellos quienes pertenecen al postmodernismo y aquellos pensamientos conservadores que creen que aquí en esta discusión en este tema en particular se encuentran creando una batalla de opiniones tan importante que no se ha podido llegar a una respuesta aterrizada en el punto de lo correcto, lo que se debe y lo que no se debe hacer, lo que esta bien y lo que esta mal.

Porque es claro lo que se puede, porque todo se puede, nada es imposible aclama la gente al buscar una solución que encuentran perdida en el infinito y la creen imposible de alcanzar, pero todo se puede, nada es imposible se dicen unos a otros como una especie de motivación para que aquella persona alcance sus metas, pero la pregunta llega aquí: ¿Se debe?, por que entonces es aquí donde la imposibilidad de la existencia de lo imposible encuentra su freno, se topa con los principios éticos de toda sociedad, representados con el tan aclamado dicho: “el fin no justifica los medios”, y es entonces donde la gente al darse cuenta se detiene y deja de pensar, se detiene y no encuentra que hacer por que ha apoyado dos teorías contradictorias y ante la inseguridad de no saber que opinar, responden únicamente con lo que la emoción les dicta obstaculizando la razón y responden: mátenlos, pues ellos nos han matado, nos han arrebatado a los seres más queridos y por tal motivo mátenlos.

Claro, existe lo imposible cuando la realidad se antepone a tus objetivos, pero no existe lo imposible cuando los medios para lograr un fin son verídicos, éticos y debidamente realizados, pero ese no es el punto al que busco llegar, sino más bien a que la pena de muerte ha sido una decisión tomada por la sociedad obstaculizando la razón e influida totalmente por la emoción de una sociedad ciegamente buscando la sociedad perfecta sin darse cuenta de lo incompleta que esta sería si ésta fuera perfecta.

Ustedes como juristas, y nosotros como futuros juristas debemos de pensar cuál es el mensaje que le queremos transmitir a la sociedad, si matamos a aquellos que han matado o si ayudamos como sociedad a aquellos que nos han herido, ¿Cuál es el mensaje que debemos transmitir?, ¿Cuál es el mensaje que contribuirá mas en la búsqueda de una sociedad un poco más sana?, el de venganza o el de ayuda y perdón.


Alejandro Martínez Zambrano
Si la vida fuera perfecta, jamás encontraríamos la verdadera felicidad, por tal motivo la vida no sería perfecta.

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